Camazon-Capítulo II - criptohistoria

Vaya al Contenido

Menu Principal:

Camazon-Capítulo II

Apuntes criptología > Criptografía española > Apuntes de Camazón
Camazon-Capitulo II

CAPITULO II

 

1.- Entendemos por elementos gráficos de un texto las letras o agrupaciones de letras que determinan el discurso y con relación a un criptograma las cifras o agrupaciones de cifras que lo forman.

 

2.- Estos elementos pueden considerarse, según su agrupación en:

Monogramas (una sola letra o cifra)

Biogramas[1] (dos letras o cifras)

Trigramas (tres letras o cifras ) y en general

Poligramas (varias letras o cifras)

 

3.- Cuando un monograma o poligrama es por si solo una palabra se denomina monograma o poligrama ideológico.

 

4.- Los monogramas y poligramas ideologicos reciben las denominaciones genéricas de particulares y su consideración es importantísima para el descriptamiento, en general y muy en particular  para el descriptamiento de códigos o sistemas de diccionario.

Efectivamente; estas palabritas tan cortas de una, dos, tres y cuatro letras, son las que sirven de base al régimen y concordancia gramaticales, y el descubrimiento de una de ellas es fuente de otros descubrimientos.

En todo discurso existe un cierto paralelismo de ideas que es lo que determina la tesis[2] o motivo del discurso, dando lugar al predominio de términos propios o adecuados, que constituyen lo que en su máxima intensidad se llama tecnicismo.

Así al hablar de Algebra o Geografía, etc., por ejemplo, las voces ecuación monomio, etc., serán frecuentes en la primera de estas ciencias, mientras que cordillera, río, etc., lo serán en la segunda.

Pero tanto en uno como en otro discurso hemos de considerar que las particulares integradas por artículos, preposiciones, conjunciones, han de ser igualmente frecuentes, pues si bien en Algebra decimos monomio y en Geografía río, tanto en Algebra como en Geografía nos veremos precisados a decir: el monomio, un monomio, los monomios, o bien, el río, UN RÍO, LOS RÍOS, donde vemos a las partículas, el, un, los, campando a sus anchas en ambos discursos, y aun sometiendo a su influencia a los demás vocablos, con el artículo los, que por ser plural y masculino, traslada su desinencia “os”, no a un solo, sino a menudo a varios términos que han de concordar con él, como por ejemplo; “Los buenos trabajos criptográficos son interesantes”.

            Y cuando no hay traslado desinencial, hay cambio determinado, como vemos en la final n del verbo reclamada muy frecuentemente por el artículo los, cualquiera que sea la forma o influencia verbal (son, eran, serán, serían, tienen, tendrán, etc.).

 

5.- A su vez los monogramas, bigramas y en general los poligramas, solo pueden formar:

            a) silabas

            b) palabras

            c) frases

cuyo estudio y consideraciones interesa particularmente para los sistemas de diccionario o silábicos.

 

6.- Dos poligramas se llaman alterados ordenadamente cuando están formados por las mismas letras o cifras, pero en orden de prelación contrario. Así, G T H y H G T, son alterados ordenadamente.

El primero  (G T H) se llama directo y el segundo (H G T) inverso. Puede haber poligramas que no sean susceptibles de inversión, como O S O.

El poligrama ideológico más extenso que ha podido hallarse en castellano sin inversión es la frase:

“DABALE ARROZ A LA ZORRA EL ABAD”

 

7.- la forma LL, RR, TT, etc., se llama redoblamiento.

 

8.- Las transformaciones que pueden experimentar el lenguaje claro al ser sometido a un proceso criptográfico, solo pueden ser fundamentalmente dos:

            a) Sin alteraciones del orden de prelación idiomática de los elementos gráficos.

            b) Con alteración de ficho orden.

 

9.- En el primer caso puede ocurrir:

1º Que a cada monograma claro corresponda otro criptográfico.

2ª Que a cada monograma claro corresponda un poligrama criptográfico.

3º Que a cada silaba clara corresponde un poligrama criptográfico sin valor monográmico.

4º Que a cada palabra del texto claro corresponda un poligrama criptográfico sin valor monográmico.

5º Que silabas, palabras y frases del texto claro tengan representación poligrámica con valor monográmico en el criptograma.

6º Que un poligrama claro corresponda a un monograma o poligrama menor criptográfico.

7º Que en el texto haya valores nulos criptográfiados.

8º Que en el criptograma haya valores nulos no existentes en el texto.

9º Que en el texto haya valores nulos criptografiados y en el criptograma valores nulos no existentes en el texto.

 

10.- Pero estos nueve casos solo hacen referencia a la prelación u orden de sucesión a los elementos gráficos, más en cuanto el valor de estos elementos gráficos del criptograma, tenemos:

     

1º Un mismo elemento en el texto corresponde a un mismo elemento en el criptograma y recíprocamente.

2º Un mismo elemento del texto claro corresponde a diversos elementos del criptograma.

3º Diversos elementos del texto corresponden a un mismo elemento del criptograma.

4º Diversos elementos del texto corresponden a un mismo elemento del criptograma, y diversos elementos del criptograma corresponden a un mismo elemento del texto.

5ª Un solo elemento del criptograma corresponde a un solo valor del texto sin que la reciproca sea cierta.

 

11.- Pero todos los casos expuestos hasta ahora, tanto al referirnos al orden de prelación, como al valor de los elementos, tienen un hecho común.

            “Que los elementos gráficos del texto y los del criptograma se hallan en su orden de prelación idiomática y se corresponden por posición”.

Es decir; que el primero y último elemento del texto son equivalentes al primero y último elementos del criptograma, no habiendo más que cambio en la forma gráfica de los elementos, pero no en su posición.

 

12.- Cuando se altera la posición de los elementos gráficos puede ocurrir:

1º Que los elementos gráficos del texto claro tengan el mismo valor en el criptograma y también la misma forma.

2º Que se presente cualquiera de los casos señalados en la forma de transformación anteriormente explicada.

 

13.- Todo lo que acabamos de establecer nos permite la clasificación de los criptogramas en dos grandes grupos:

 

a) Sistemas de substitución.

b) Sistemas de transposición.

 

14.-  Aunque estos dos sistemas son los fundamentales, el caso segundo de transposición aconseja la separación de un sistemas más:

 

            c) Sistema mixto (substitución y transposición).

 

15.- Ya veremos en otra lección que por conveniencia práctica conviene ampliar aún más la clasificación de los sistemas para su mejor identificación, no desde el punto de vista científico, que solo se reduce a substitución y transposición, sino desde el punto de vista exclusivamente práctico (sistemas silábicos, códigos, etc.).

 

16.- Despejar la incógnita del sistema empleado, implica casi siempre la posibilidad del descriptamiento, y con ello se tiene adelantado la mitad del camino.

            Esto se verifica por el cálculo de la frecuencia de los elementos gráficos del criptograma, en relación con la frecuencia de los elementos del discurso en el idioma que corresponda.

 

17.- Finalizamos esta lección con una tabla de frecuencia monográmica en los principales idiomas:

 

 

Castellano

Catalán

Francés

Inglés

Italiano

Holandés

Latín

Alemán

A

139

125

72

78

103

49

72

50

B

10

14

8

13

9

10

12

20

C

42

40

38

29

43

4

33

30

D

46

45

40

41

38

28

17

52

E

143

128

180

131

126

124

92

188

F

7

10

10

28

8

4

9

16

G

10

12

7

14

20

24

14

35

H

9

10

4

59

11

14

5

50

U

70

70

70

68

116

57

101

76

J

3

4

4

1

0

0

0

3

K

0

0

0

4

0

0

0

4

L

55

64

50

36

66

21

21

40

M

25

28

30

26

26

16

34

23

N

64

64

74

73

66

55

60

110

O

88

66

62

82

87

24

44

30

P

33

30

26

22

32

6

30

6

Q

15

14

15

1

6

0

13

0

R

70

69

80

67

67

46

67

75

S

76

85

78

65

61

25

68

65

T

44

62

67

90

61

30

72

56

U

40

42

65

28

30

7

7

54

V

7

16

20

10

15

10

7

7

W

0

0

0

15

0

8

0

17

X

1

3

6

3

0

0

6

0

Y

10

6

2

15

0

14

0

0

Z

3

2

2

1

9

2

0

20

Ñ

0

0

0

0

0

0

0

0

 

 

            Este cálculo está hecho sobre 1000 letras.



[1] En criptografía el nombre generalmente aceptado es el de bigramas, posiblemente un error de la persona que pasaba a máquina los apuntes (nota del T.)

[2] En el original aparece la palabra texis (nota del T.).

 
Copyright 2015. All rights reserved.
Regreso al contenido | Regreso al menu principal